martes, 17 de noviembre de 2020

Al filo del reglamento, de Pedro Granados/ Maurizio Medo

 

Pedro Granados, un “avis rara” en el bestiario de nuestro Parnaso. No lo ubicamos entre peruanísimos carajos, entregado a sendas francachelas con anónimos borrachos en el infierno de Quilca. Tampoco sorbiendo embobado un capuccino con crema mientras, de reojo, es hechizado por la belleza de una musa miraflorina, con quien compartiría la mesa, edulcorándola con coquetona prosodia. Granados puede amanecer bien en Madrid o en Cartagena de las Indias, mañana a orillas del río Charles o entre los anillos de Santa Cruz de la Sierra. Viajero sin bitácora, habitante solitario de su paisaje interior, Pedro Granados (Lima, 1955) se inició en la poesía junto a José Antonio Mazzotti, Rossella Di Paolo y Jorge Eslava, es decir, en los albores de los 80 –generación que, como explicáramos alguna vez– optó por escribir desde las márgenes, desconcertada por el vacío, ocupando el centro retórico. Cada uno de ellos en vez de practicar el parricidio (típico deporte en nuestras letras), se aproximó a la tradición poética de acuerdo a su instinto, asumiéndola desde particulares preceptos. Lo curioso está en que sus compañeros de ruta son una presencia constante en las antologías “oficiales”, denominadas alguna vez como creaciones literarias- mientras que Granados, en esas páginas (muy sospechosas, por cierto) aparece como una ausencia la que, contradictoriamente, conviértese en una presencia necesaria para otorgarle legitimidad pues, con el paso (y el peso) de los años, encontramos resonancias de su obra en la que van construyendo los poetas mas jóvenes. No se trata, como otros de sus contemporáneos, en un sembrador de epígonos, vía talleres literarios, mas sí en una lectura “secreta”, para algunos de cabecera pues, junto a Carlos López Degregori, es el autor de una de las Obras (con mayúsculas) más sólidas en la ultima poesía peruana.

AL FILO. Maurizio Medo-pdf



domingo, 1 de noviembre de 2020

“Presentación” de Al filo del reglamento II

 

amazon.es

Respecto de “Al filo del reglamento (I y II)”  imagino que, un tanto al modo de Pound o de Eliot, y no menos de César Vallejo, me he detenido en lo siguiente:

Cualquier obra de arte es una mezcla de libertad y orden. Es perfectamente evidente que el arte oscila entre el caos, por un lado, y la pura mecánica, por otro. Una insistencia pedante en el detalle tiende a excluir la forma esencial. Si se mantiene con firmeza la forma esencial se hace posible una libertad en los detalles (Ezra Pound). El arte es una evasión de posiciones fijadas; una oportuna evasión de una norma… (T.S.Eliot). La técnica: pone siempre al desnudo lo que, en realidad, somos y adónde vamos (César Vallejo).

Digo un tanto porque, por otro lado, el mito en mi poesía no se halla pasteurizado, tal como sí sucede en Pound; también, aunque en apariencia luzca lo contrario, en Walt Whitman (“maestro de atletas” y curtido “hobo”) e incluso –alguien tan “cerebral” como Pound– en el autor de Altazor.  Ambos, estos dos últimos, encandilados o casuales ante el chorro de sus propias imágenes (Imaginismo).  Por cierto, pienso en un Vicente Huidobro en tanto intersección entre Whitman y Pound.  Y, asimismo,  concuerdo en lo que Octavio Paz piensa de Eliot: arte del palimpsesto de la tradición occidental o clásica.  Por lo tanto,  aquí  también hallamos al mito ya fallecido;  y sólo nos quedan de él citas o huellas.  De modo análogo a lo que ocurre en Pound, insistimos: vórtice de ideas fusionadas y fusionantes, honesta voluntad de aura y de estilo.

Sin embargo, y por el contrario, en César Vallejo y compruebo que asimismo en mi poesía, el mito se da en bruto y está vivo; aunque no pretenda ser explícito ni, sería execrable, algo meramente decorativo.  Es decir, el mito es acólito de sí mismo y crea archipiélago; aglutina, tal un real y activo agente, comunidad.  En suma, ambiciona constituirse en un mediador conceptual amerindio overseas y transversal a cualquier lengua.  Poesía que finalmente no oculta, sino más bien auspicia, una  manera  correcta o  reparadora en su recepción.  Una lectura, por ejemplo, de Trilce, y aunque resulte paradójico tratándose de un texto de “vanguardia”, más feliz que otras.  Evado adrede, junto con lo que constituiría una lectura aleatoria o arbitraria de aquel poemario, el término “pertinente”; y, más bien, me remito a una recepción encarnada y post-antropocéntrica tanto de la poesía del autor de Trilce como de la mía.  Vallejo no será Whitman, no intentará corroborar  en su poesía las “ideas” de Rousseau; ni será Pound.  Tampoco Eliot ni ningún “pequeño Dios”.  Ni, aunque ambos “abolicionistas”, compartiría el “trascendentalismo” R. W. Emerson.  Vallejo es un poeta sin membership, siendo el club de Pound, como sabemos, mucho más exclusivo que el de los 100 de Harold Bloom.

Y en español no escribo.

©Pedro Granados, 2020


miércoles, 28 de octubre de 2020

VALLEJO SIN FRONTERAS (2010) pdf

 Pedro Granados, Vallejo sin fronteras (Lima: Arcadia/ Espacio Cultura, 2010) 115 pp. ISBN: 978-612-45733-1-6

ARTÍCULOS
2010 “Mujer, fatal, compañera y madre en la poesía de César Vallejo”.
2008 “El Taller Literario César Vallejo en la República Dominicana”. pp. 123-136 IN: Berroa, Rei (ed.); Aproximaciones a la literatura dominicana, 1981-2008. Santo Domingo, Dominican Republic: Banco Central de la República Dominicana; 2008. 338 pp. (book article)
2007 “Trilce: muletilla del canto y adorno del baile de jarana”. Lexis, October. And [www.ucm.es/info/especulo/numero36/ - 23k -]
2007 “El diálogo Borges-Vallejo: un silencio elocuente”. Variaciones Borges, No 23. Abril. 183-205.
2006 “Compromiso y magia en la poesía de agitación política: El caso de Roque Dalton (y César Vallejo)”. V Congreso Internacional de Literatura Hispánica. Lima, March 8-10.

RESEÑAS Y CRÓNICAS
2010 “Hitos y metamorfosis del deseo en la poesía de César Vallejo”. VALLEJO SIN FRONTERAS [http://vallejosinfronteras.blogspot.com/2010/06/hitos-y-metamorfosis-del-deseo1-en-la.html]
2008 “Trilce y Georgette”. Blog de Pedro Granados [http://blog.pucp.edu.pe/item/40741]
2008 STUMBLING BETWEEN SEVERAL ENEMIES? (Reseña a libro de Stephen Hart, Stumbling between 46 stars) Blog de Pedro Granados [http://blog.pucp.edu.pe/item/20436]
2005 “César Vallejo y su pensamiento cuantitativo”. Escritores y poetas en español. www.letras.s5.com
2005 “Crónica de Santiago de Chuco. César Vallejo: al filo del reglamento”. [http://www.omni-bus.com/n2/chuco.html]

PRESENTACIÓN

“Vallejo sin fronteras” explica y enfatiza, en estos textos posteriores a mi tesis de doctorado para Boston University --Poéticas y utopías en la poesía de César Vallejo (Lima: PUCP, 2004), (México: UAP, 2004)-- aquella radical condición de la obra lírica del peruano. El presente volumen lo constituyen diez ensayos (entre artículos, reseñas y una crónica), escritos durante los últimos cinco años, cuyo repaso de los títulos resulta de por sí ilustrativo. De este modo, y atendiendo la secuencia, hayamos los poemas de Vallejo ventilados desde su dimensión femenina: la inherente al propio yo poético y, simultáneamente, la vinculada a la mujer como tema o referente; dimensión femenina de la que, asimismo, se intenta explicar su proceso de construcción o articulación semántica desde Los heraldos negros hasta “España, aparta de mí este cáliz”.

Respecto a “El Taller Literario César Vallejo en la República Dominicana”, este artículo tiene que ver con la recepción del autor de Trilce en contextos tan poco estudiados como las Antillas; y, en este caso particular, la ciudad de Santo Domingo durante la década del 80. Taller que, además, y sin exagerar un ápice, hizo posible la experimentación y el posterior desarrollo de una propuesta poética plenamente moderna (ahora mismo postmoderna) como es el caso de la destacada --y hoy por hoy en pleno auge-- poesía dominicana.

Luego, sigue un ensayo que intenta leer Trilce desde la clave de la marinera limeña; es decir, desde el contexto de la modernización de Lima (años 20) y la gravitación de la clase proletaria... en específico, desde la quinta o el callejón donde los obreros --y César Vallejo acaso como un curioso provinciano o un polizón sin barrio-- celebraban la vida con aquel ritmo de raíz afro-peruana. Obvio, es un intento de encarnar aquel poemario de 1922 y rescatar --incluso el debatido significado de su título-- de la mitología internacional, con empaque académico, desde donde usualmente se lo lee; como del cerrado coto andino o abalorio de anécdotas que, igualmente, sólo por inercia mental permitimos continúe aquel libro maniatado.

Por otro lado, “El diálogo Borges-Vallejo: un silencio elocuente” (ensayo publicado en Variaciones Borges) contribuye, tal como leemos en un portal de la Web:
“a la comprensión de dos sensibilidades poéticas altamente incompatibles y aparentemente disociadas que la crítica suele ubicar en estancos separados pese a formar parte de un mismo momento literario […] Como es bien sabido, las trayectorias de ambos siguen caminos divergentes dentro de la renovación poética de vanguardia; sin embargo, en la obra de uno y otro pueden detectarse ecos de un diálogo indirecto y polémico. En este ensayo se ofrecen algunos vestigios que apoyan tal conjetura, pero sobre todo se busca profundizar en aspectos definitorios de ambas poéticas y delinear correspondencias entrañables entre una y otra” [http://www.connotas.uson.mx/vol8/resumenes_ingles.htm]
Por lo tanto, el lema “Vallejo sin fronteras” se corrobora nuevamente en tanto, esta vez, construye un diálogo intelectual aparentemente imposible; e ilustra, adicionalmente, un gesto fundamental en el ámbito de hacer más productiva --vía el conocimiento mutuo y la tolerancia-- la convivencia (en este caso poética) entre nuestras sociedades y culturas.

Culminando el apartado “Artículos”, nos encontramos con un texto que pone de relieve la radicalidad y, simultáneamente, la complejidad del compromiso político de un autor como el salvadoreño Roque Dalton. Poeta, este último, que se consideraba él mismo como miembro integrante de la “Familia Vallejo” (frente a la “Familia Neruda”), entre sus colegas escritores, y en cuya obra comprobamos precisamente aquello: sus afinidades artísticas, filosóficas e ideológicas con la poesía del peruano.

En lo concerniente a las “Reseñas y crónicas”, aunque en este formato “menor”, también ventilan aspectos poco transitados por la crítica vallejiana y, en general, se vinculan a lo estudiado asimismo en los artículos. De este modo, el tema de Georgette Philippart es tratado tanto en relación al libro de Miguel Pachas (Georgette Vallejo, al fin de la batalla) como en lo relativo al volumen de Stephen Hart (Stumbling between 46 stars), en particular, al video adjunto a este libro que recrea las relaciones entre ambos esposos y, concretamente, especula sobre el rol más bien siniestro de Georgette en el destino de los desaparecidos manuscritos de Vallejo. En general, respecto al papel de la célebre viuda en la vida literaria de su esposo, en estas reseñas se matizan o problematizan automáticas adhesiones o detracciones. Georgette Philipart, no sabemos si fue realmente la celosa guardiana de los poemas póstumos de su esposo; pero sí, con seguridad, la primera que creó --en cuanto lectora-- un tipo de Vallejo. Aquel del perfil político o comprometido, en desmedro de uno anterior a ella: el yo poético de Los heraldos negros y Trilce.

Los textos restantes, una reseña y aquél titulado “Crónica de Santiago de Chuco. César Vallejo: al filo del reglamento”, no hacen sino reiterar y continuar ilustrando aquella vocación por la complejidad, simultaneidad y alcance sin fronteras que percibimos en la poesía vallejiana. Ejemplo sin par, creemos, de obra abierta y en diálogo constante con lo que somos, con lo que podemos llegar a ser.

Vallejo sin fronteras (1)-convertido



Nota de prensa

 


Seré muy franco con todos ustedes

El  poeta mayor del siglo XXI

Es este pechito

Y me temo que el mejor crítico de poesía

También

¿Es válido o decoroso afirmar

Esto en vida?

Paso de lo válido

Asumo lo decoroso

Navego a diario por la Internet

Y sé lo que afirmo

Para no referirme a la prensa local

Que constituye gran parte

De lo que se lee sobre poesía

O sobre literatura por aquí

Por aquí y por lo que van a repetir allá

Y acullá

Los estudiosos que acreditan

Lo que por acá les dicen

Pero por qué tan suelto de huesos

Sostengo todo aquello

Lo tienen a un click

Al filo del reglamento II

Y desde aquí pudieran dar un salto

Sin riesgo a estallar

Al filo del reglamento I

Se quedarán cojudos

Aunque confío

Sólo sea algo muy breve

Y se pregunten como yo ya no lo hago

Que qué carajos con esta poesía

Por qué razón  fulanos o menganas

La estuvieron maleteando por ahí

Ante más evidencias de su valor

Mayores  caras de palo todavía

Mezquindades al cuadrado y al cubo

Acaso a lo que  “no tiene mérito” ¿merito?

¡Merazo será!, dijo el pescador medio sordo

A lo que inunda traspapela ahoga

Sus argumentos su atornillamiento

A esta existencia

Porque, en efecto,

La inmensa mayoría de críticos y poetas

Da exactamente lo mismo

Mejor debieron dedicarse a otra cosa

De modo expreso y sin escrúpulos

A la mascarada de la política digo yo

A ganarse el centavo de una manera más honesta

Sin parapetarse en la cátedra ni la revista

Desde donde ya reconstruyeron el mundo

Con ingenuidad

Sólo concebible entre cierta clase media

Desahuévense de una vez por todas que ya es muy tarde

Lo lamento

Vean con horror aquello que pudiéndolo hacer

No hicieron en vida

Arrepiéntanse les digo

Mientras este pechito

Honrará su lonche cotidiano

Donde lo más importante

Pudiera constituir únicamente esto

Será un aromático café

Cargado como esta misma poesía

Al cabo, nada os debo;

Debéisme cuanto he escrito.

Aunque se quedara un tanto corto

Aquel correcto profesor sevillano

Debéisme también cuanto he vivido

Y porque una sola golondrina sí hace un verano


https://miradamalva.blogspot.com/2020/10/al-filo-del-reglamento-ii-poesia-de.html


lunes, 26 de octubre de 2020

AL FILO DEL REGLAMENTO II

amazon.es

Granados demuestra una vez más que es un artista con calle poética, cuya voz se resiste a categorizaciones simplistas y cuyo oficio gana vigencia con el paso del tiempo. El reconocido poeta y académico limeño revela entonces el lugar que la poesía, como epistemología y concepción del mundo, ocupa en la vida diaria. Así, al reconciliar los caóticos mundos interno y externo a través de un intelecto cruelmente tierno y sensual, Pedro Granados se erige como un referente en la poesía contemporánea: ‘una nave / hacia la noche / hacia el día / hacia el horizonte’.
Carlos Llaza


viernes, 18 de septiembre de 2020

PREPUCIO CARMESÍ y UN CHIN DE AMOR (pdf)

 

Liberamos y publicamos juntas ambas novelas cortas, originalmente del año 2000 (Prepucio carmesí, New Jersey: ENE) y de 2005 (Un chin de amor, Lima: San Marcos).  En síntesis, primeras novelas del siglo XXI –escritas por un migrante peruano– trasandinas, archipiélicas o multinaturales.  Sin melancolías ni con el espíritu –típico o, peor todavía, profesional– de  un sujeto andino damnificado.  Post-exóticas y post-indigenistas  (Indigenismos 1 y 2); la cuales, apuestan más bien por la complejidad desde el origen, por la opacidad.

UN CHIN DE AMOR


domingo, 23 de agosto de 2020

La mirada, transfondo

 

Tal como lo comentaba por correo con el poeta Carlos Llaza, en ocasión de la publicación de La mirada (Buenos Aires: BAP, 2020), autor de la “Presentación” del libro, este poemario se correspondería o dialogaría estrechamente con un artículo largo y todavía inédito titulado, “Vallejo en Arguedas: ahora y siempre”.  Ensayo donde concluyo que, finalmente, contra lecturas políticamente correctas o incorrectas de su obra, J.M. Arguedas en el Zorro de arriba y el zorro de abajo – y ante Chimbote– es un ser que mira él mismo, y no sólo  aquellos zorros hechos uno, convertido en un “ceque”: prolongación sagrada de un punto de visión que viene desde el Koricancha.  Es decir, que de viejo estoy llegando a una etapa o situación, involuntaria o no consciente, en que la crítica va comulgando espontáneamente con la poesía, y viceversa.  Aunque, para completar el panorama, debemos añadir que aquel poemario también remitiría a una anécdota, y muy poderosa.  En concreto, a un relato o confidencia que nos hiciera nuestra madre en relación al asesinato de su padre, autoridad política recién nombrada por el gobierno de Augusto B. Leguía y acabadita de llegar a Cangallo (Ayacucho).  Época muy convulsa en todo el territorio nacional el paso de pardistas a leguiístas –años veinte del siglo pasado–, y en particular en la región de la sierra, tanto norte como sur.  Mi abuelo fue víctima de una venganza orquestada por un par de hermanos latifundistas locales.  Bueno, mi madre –la cual presintió la muerte de Demetrio Agüero, así se llamaba su padre– se fue derecho a casa de una tía que guardaba las llaves de la iglesia de Lampa (Ayacucho), pueblo donde vivía con su madre, las tomó, y no se detuvo hasta estar ante el Cristo cuyos ojos celestes, casi cerrados,  intempestivamente se abrieron para consolarla y darle ánimo.  Mi madre estaba en sus siete años y, cuando vinieron a darle la noticia, ella más bien  consoló a tío Moisés, quien la trató de mijita mientras la cargaba muy en alto.

Por lo tanto, plasmación de algo real y reiterativo, fruto de una anécdota o un sueño, no sólo ha sido Roxosol (2018), sino también La mirada; en este último caso, de uno de los relatos fundacionales de este apiñado pechito.  Pero, ojo, “mirada” entendida en tanto y en cuanto acto desmesurado, máxima empatía,  socorro extremo.


 


martes, 18 de agosto de 2020

LA MIRADA/ Presentación de Carlos Llaza

 


La mirada confirma la solidez del estilo de Pedro y la eficacia de su manera de escribir poesía. Granados demuestra una vez más que es un artista con calle poética, cuya voz se resiste a categorizaciones simplistas y cuyo oficio gana vigencia con el paso del tiempo. El reconocido poeta y académico limeño revela entonces el lugar que la poesía, como epistemología y concepción del mundo, ocupa en la vida diaria. Así, al reconciliar los caóticos mundos interno y externo a través de un intelecto cruelmente tierno y sensual, La mirada de Pedro Granados se erige como un referente en la poesía contemporánea: ‘una nave / hacia la noche / hacia el día / hacia el horizonte’.

Carlos Llaza

Glasgow, 7 de junio de 2020

Reseña Carlos Llaza

Pueden adquirir La mirada (Buenos Aires: BAP, 2020), en Lima,  en las librerías El Virrey e Inestable.


lunes, 17 de agosto de 2020

AGÜEROS PARA ARMAR (Nobloga I al X)

 



Micro novela del 2020, publicada por entregas a través de este blog.  La décima, luego de Prepucio carmesí (2000), la primera novela del siglo XXI –escrita por un migrante peruano– trasandina, archipiélica o multinatural.  Sin melancolias ni con el espíritu –típico o, peor todavía, profesional– de  un sujeto andino damnificado.  Post-exótica y post-indigenista  (Indigenismos 1 y 2); la cual, como también en el caso de “Agüeros para armar”, apostó más bien por la complejidad desde el origen, por la opacidad.

 

jueves, 13 de agosto de 2020

Amerindios/Amerindians, ¿qué nos propusimos?

 


“Lengua de animal puro con que habla mientras la palabra es una bala certera al corazón”.Pablo Macera (“Prólogo” a El fuego que no es el sol, Lima: Ediciones de los lunes, 1993)

Nos propusimos pensar desde esta parte del mundo.  Pensar que no implica deshacerse de las emociones ni de los datos de los sentidos, incluido aquí el del pensamiento mismo.  Argumentar acompañado de una retórica situada; aquella  del paisaje americano y, en particular, del paisaje andino.  Trascender lo anecdótico; lo políticamente correcto; todo subgénero de literatura de auto-ayuda.  Aquello que piensa el grupete de amigos, a la larga siempre los mismos, guardianes y auspiciantes –en exclusividad– de lo que puede ser razonable.  Lo nuestro no consiste en pensar en libertad, lo cual es privilegio de algunos pocos que no piensan.  Lo nuestro es pensar de modo urgente, obligatorio y muy concentrado; tal como los niños en sus juegos.  Nacer, a modo de Pariacaca, simultáneamente de cinco huevos.  Y darnos “en bloque”, tal como César Vallejo, sobre todo en el pensamiento.

Lo nuestro fue pensar aquí para tocar hasta allá; aquella  última isla o cabeza de nuestro iluminado archipiélago.

Lo nuestro constituyó pensar y gozar.  No existe pensamiento amerindio; amerindios somos todos.  Como un delfín es un ser humano; aunque éste ya quisiera ser un delfín.

Pensar como una actividad que supera a la muerte; como un ejercicio donde todos somos perdonados.  Es más, en tanto una práctica que uno no puede ejercer si previamente no está perdonado.  Pensar para el perdón.  Perdonar y perdonarse para pensar.  Y llegar tarde a clases si en ello hemos estado entretenidos.  Tarde al bautizo, al matrimonio, a comprar aquella barra de mantequilla en el super mercado.  Pensamientos: bancos de peces de colores, oscilantes y que van de aquí para allá.

Si el pensar de la hormiga y aquel del taladro son, en profundidad, exactamente el mismo.  Cómo no lo será el de un amerindio frente a uno que no lo sea.  Amerindios todos entonces: líquenes, arañas diminutas, ladrillos de construcción, tractores –importados o no–, plegarias.  Todo un cúmulo de bellezas o de fichas con las cuales ponerse uno inmediatamente a jugar.  Toda  una fuente de luz que deslumbra porque se mueve y es de muchísimos y muy vivos colores.  Todo un dolor que se ha trocado en dicha por el único hecho de haber sido pensado.  Tal como, de modo previo a Amerindios (2020), ya lo habíamos formateado en un poema –ahora clave– de 1996; nos referimos a “[Estamos pensando]”:

Estamos pensando. Bola de fuego.

Bolo de fuego.

Red. Honda. Veneno.

Manos abiertas.

Estamos pensando. Aquí

en Santa Cruz de la Sierra.

Vapor. Señales de humo. Raíces.

Sin corazón estamos pensando.

Sin precisamente reflexión.

Sólo con el acorde

de algunos recuerdos. Porque eso somos.

Sólo con esa masa de objetos

sobre la superficie del río. Entreverados.

Separados. Disueltos. ¿Quién sabe?

Sólo con ese rumor y ese olor

que cubren el aire. Que instalan

como volutas sobre el río: Pensamientos.

Estamos pensando con un fino cedazo.

Entre branquia y branquia del pensamiento

una tela muy fina. Holandas

para lo visible y lo invisible. Cariño.

Estamos pensando con amor. Este es el secreto.

Esto es lo ignoto para todos los días.

Pensar con amor.

Y así el peje y la salamandra y el martillo

algo tendrán en común por el solo hecho

de haber sido expresados.

La esperanza también y las hojas de la palmera

algo tendrán en común.

De El corazón y la escritura (Lima: BCRP, 1996)

www.amazon.com


martes, 11 de agosto de 2020

AMERINDIOS/AMERINDIANS

 

This bilingual edition presents to the English Speaking public the work of one of Peru's leading poets, Pedro Granados. Leslie Bary, Sasha Reiter, and Isaac Goldemberg worked closely with the author to decant into Englis the poetic universe of Granados. Este libro bilingüe le presenta al público angloparlante el trabajo de Pedro Granados, uno de los poetas más importantes de Perú. Leslie Bary, Sasha Reiter, e Isaac Goldemberg trabajaron junto al autor para trasvasar su universo poético al inglés.

https://www.amazon.com/dp/1940075882


jueves, 18 de junio de 2020

Grana(dos)/ Helena Usandizaga


Helena Usandizaga, “Voces e imaginarios migrantes en la poesía peruana reciente”, en: Viajes, exilios y migraciones: representaciones en la literatura latinoamericana del siglo XXI. Efrén Ortiz Dominguez, Isabelle Tauzin-Castellanos (coordinadores).  México: Universidad Veracruzana, 2018. pp.116-117.
Al mismo tiempo que el exilio interior en una Lima de visos poco amables, encontramos otra versión de la errancia y otro modo de afirmar las voces y los imaginarios locales, que podemos ejemplificar en la poesía de Pedro Granados (Lima, 1955). Si bien por edad podría pertenecer a la generación del 80, tampoco lo explicamos por esos referentes. Poeta también viajero (EEUU; Europa, Brasil, el Caribe) y a la vez profesor y crítico literario, dirige un blog muy visitado. Su poesía es abstracta en su sintaxis y en su fraseo, hasta cierto punto conceptual, pero es también una poesía que levanta el vuelo líricamente, aunque sea desde un tono a veces sarcástico y agresivo. Y es que en esta voz coexisten dos personajes poéticos, dos sujetos de la enunciación en el poema: el poeta y el profesor, más resabiado y sarcástico este último, y que posee la precisión y la agudeza que caracteriza a Granados como crítico. Y el poeta, más inocente; pero ambos se entrecruzan y marcan de modo diferente pero complementario la complejidad del sujeto que está en varios sitios a la vez pero que recuerda, sin idealizarlos, sus orígenes andinos. Para Granados, los ecos del quechua escuchado en la infancia y el cambio de cultura de su madre al cantar con el tono de las canciones quechua los himnos en español tiñen la sensibilidad de la voz, pero el poema “Rehuye los términos/ En quechua/ O en español/ Se reconoce menos/ En estos idiomas/ Que en muchos otros” (Granados, 2015, p. 31). Este poema, titulado “El quechuaespañol” define así esa lengua:
esta lengua que se habla en los Andes:
Se llega a él a través de Billie Holliday
También de Amy Winehouse
Ambas del mismo pelo
También de estar de verdad
Un rato contra tu cuerpo
French-Funk-Jazz
Un tango como “Naranjo en flor”
El río Paraguay al atardecer
Y al amanecer entre tus brazos
(Pedro Granados,  Cusco/Barcelona: Activado2014, p. 29)